El interrail, es un viaje en tren por Europa que comúnmente realizan los estudiantes que terminan el bachillerato para dar despedida a su etapa escolar.
Este último verano, me tocó hacerlo a mi. Además de ser una experiencia que me enseñó muchísimas lecciones para la vida, tanto de convivencia como de independencia, también enriqueció muchísimo mi cultura arquitectónica.
Tuve la oportunidad de contemplar edificios y construcciones muy interesantes como los siguientes:
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LAS CALLES DE AMSTERDAM
Amsterdam es una ciudad muy uniforme cuyas calles siguen un patrón estilístico muy determinado, que hace de esta una ciudad muy atractiva a la vista, en la que no hay una edificación que desentone.
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REICHSTAG Y LA CATEDRAL DE BERLIN
Berlín, en cambio, al ser una ciudad tan grande, constaba de una arquitectura muy variada, en la que podías encontrar desde los edificios más clásicos a obras muy recientes y modernas. Me gustaría destacar dos de los edificios que más me gustaron. El Reichstag y la Catedral de Berlín.
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LA CASA DANZANTE DE PRAGA
La casa danzante de Praga es una obra de Frank Gehry que ya presenté en el apartado de tareas, me llamó mucho la atención por su atrevimiento en los años 90, cuando la arquitectura solía ser algo más tosca, además de su estilo vanguardista.
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EDIFICIO DEL PARLAMENTO DE HUNGRÍA EN BUDAPEST
Este edificio es posiblemente el que más me gustó en todo el viaje, me llenó de preguntas y sensaciones, es la expresión óptima de lo que conocemos por grandeza. Desde el momento en que lo vi no me lo pude sacar de la cabeza y no dejé de leer sobre él, su arquitectura e historia lo hacen un edifico único. Lo describiría como una representación viva de una arquitectura renacentista gótica.