La catedral de Santiago es otra de las grandes joyas arquitectónicas de Galicia. Esta gran obra, diseñada por el Maestro Mateo, entre otros, es uno de los temas que he escogido para reflexionar debido al gran impacto que tuvo sobre mis orientaciones académicas.
Al vivir tan cerca de Santiago de Compostela, es una ciudad he visitado numerosas veces. Cuando yo era un niño, odiaba ir a Santiago, su ambiente húmedo y anticuado me sacaba de mis casillas, claro estaba que no sabía apreciar el arte que esta bonita ciudad escondía. Mis padres son grandes amantes de la arquitectura, aun que ninguno ejerza dicha profesión, es por esto, que a ellos le encantaba ir a visitar esta catedral románica, lo cual, como ya mencioné detestaba.
Como dije en la reflexión anterior, Florencia, a la edad de los 12 años, me abrió los ojos hacia el mundo de la arquitectura, fue a partir de aquí cuando empecé a leer sobre este «arte técnico» e interesarme sobre el mismo, desde aquella, no volví a ver igual esta uniforme ciudad, ni mucho menos, la increíble catedral de la que dispone, catedral que cada vez que visito me llena de preguntas y sentimientos encontrados.